miércoles, 1 de febrero de 2012

La tristeza de los domingos.

El fin de semana suele ser para muchos una esperanza, una esperanza de que algo se produzca en la vida, que algo venga a romper el aburrimiento, de que alguien nos venga a salvar la vida con una palabra, que conozcamos una persona maravillosa, de que suceda alguna cosa que produzca un cambio en nuestra vida, después de todo, la única manera  de combatir el aburrimiento es con modificaciones, el aburrimiento consiste en la sensación de que no hay próxima ninguna modificación, eso es el aburrimiento. Y el domingo a la tarde sucede lo mismo que en las fiestas cuando son las 5 de la mañana, que uno se da cuenta de que ha esperado en vano, que no ha ocurrido nada extraordinario, que no han venido personas a salvarnos la vida ni hemos conocido mujeres maravillosas, entonces, tiene sabor a desengaño esa hora...

                                                                                  Alejandro Dolina.

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