miércoles, 29 de febrero de 2012

Las razones de arriesgar el presente por el futuro...

"Tengo una mujer a la que adoro -dijo el joven hipias- pero mi amante me vuelve loco de placer.
¿tengo que dejar a mi mujer para vivir con mi amante o renunciar a mi amante y quedarme con mi mujer?

Después de un tiempo de reflexión, el oráculo sale de la boca de Socrates:

- hagas lo que hagas te arrepentirás -"





Una temporada con Lacan, Pierre Rey.

viernes, 17 de febrero de 2012

Toda convicción es una cárcel.

"Uno se embarca hacia tierras lejanas, o busca el conocimiento de hombres, o indaga la naturaleza, o busca a Dios; después se advierte que el fantasma que se perseguía era Uno mismo."

                                              Uno y el universo, Ernesto Sábato.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inutiles...


"¿Saben lo que realmente desea el hombre? -inquirió el doctor, esbozando una sonrisa burlona ante el rostro inmóvil del barón-. Una de dos: encontrar a alguien que sea tan estúpido como para poder mentirle, o amar hasta el punto de que el objeto de su amor pueda mentirle a él."

El bosque de la noche, Djuna Barnes.

martes, 14 de febrero de 2012

El título de un libro condena a sus lectores.

"...Clásico es aquel libro que una nación o un grupo de naciones o el largo tiempo han decidido leer como si en sus páginas todo fuera deliberado, fatal, profundo como el cosmos y capaz de interpretaciones sin término[...]Las emociones que la literatura suscita son quizás eternas, pero los medios deben constantemente variar, siquiera de un modo levísimo, para no perder su virtud. Se gastan a medida que los reconoce el lector. De ahí el peligro de afirmar que existen obras clásicas y que lo serán para siempre[...]Clásico no es un libro (lo repito) que necesariamente posee tales o cuales méritos; es un libro que las generaciones de los hombres, urgidas por diversas razones, leen con previo fervor y con una misteriosa lealtad."


"Sobre los clásicos", Nueva antología personal, Jorge Luis Borges.

sábado, 11 de febrero de 2012

La ironía es una tristeza que no puede llorar y sonríe.

"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo."

Oscar Wilde

martes, 7 de febrero de 2012

Donde quiera que ella estuviese, allí estaba el Edén.

No espero nada. Esto no es horrible. Después de resolverlo, he ganado tranquilidad. Pero esa mujer me ha dado una esperanza. Debo temer las esperanzas. Tal vez toda esa higiene de no esperar sea un poco ridícula. No esperar de la vida, para no arriesgarla; darse por muerto, para no morir. Ya no estoy muerto: estoy enamorado.


                                Adolfo Bioy Casares.

sábado, 4 de febrero de 2012

Detrás del libro debe haber un hombre.

Cuando Mara, la tentadora, intenta apartar de su camino a Buda empleando todas las artes de la seducción y la intimidación, llega a decirle, entre otras cosas: ¿Con qué derecho pretendes tú reinar sobre los hombres y el universo? ¿Acaso has sufrido por el conocimiento?
Y es que, en efecto, la amplitud y profundidad de un intelecto se miden por los sufrimientos que ha asumido para adquirir el saber. Nadie sabe sin haber atravesado ciertas pruebas. Un espíritu sutil puede ser perfectamente superficial. Es necesario pagar cada paso dado hacia el saber

Émil Michel Cioran. 

viernes, 3 de febrero de 2012

¡Cuántas palabras, cuántas nomenclaturas para un mismo desconcierto!

"Vos y yo somos dos entes absolutamente incomunicados entre sí, salvo por medio de los sentidos y las palabras, cosas de las que hay que desconfiar si uno es serio."


Rayuela, Julio Cortázar.

miércoles, 1 de febrero de 2012

La soledad no te enseña a estar solo sino a ser único.


Casulla: -Su hermano creo que era soltero, ¿verdad?-
Jack: -¡Oh, sí!-
Miss Prism: -La gente que vive únicamente para el deleite lo suele ser.-

La importancia de llamarse Ernesto, Oscar Wilde.

La tristeza de los domingos.

El fin de semana suele ser para muchos una esperanza, una esperanza de que algo se produzca en la vida, que algo venga a romper el aburrimiento, de que alguien nos venga a salvar la vida con una palabra, que conozcamos una persona maravillosa, de que suceda alguna cosa que produzca un cambio en nuestra vida, después de todo, la única manera  de combatir el aburrimiento es con modificaciones, el aburrimiento consiste en la sensación de que no hay próxima ninguna modificación, eso es el aburrimiento. Y el domingo a la tarde sucede lo mismo que en las fiestas cuando son las 5 de la mañana, que uno se da cuenta de que ha esperado en vano, que no ha ocurrido nada extraordinario, que no han venido personas a salvarnos la vida ni hemos conocido mujeres maravillosas, entonces, tiene sabor a desengaño esa hora...

                                                                                  Alejandro Dolina.

El genio artístico o literario no es garantía de lucidez política.


Alicia Jurado: Usted, Borges, siempre se ha enamorado de mujeres un poco tontas.
Borges: Es que la inteligencia es siempre comprensible, pero en la estupidez hay un misterio que resulta atrayente.

Borges me contó que en cierta ocasión, en un banco, una empleada le dijo: «Aunque conozco su saldo, lo verificaré porque no me gusta decirle una cosa por otra». Y me comentó: «Esa señorita acababa de dar muerte a la metáfora».

"Dos vendedores de baratijas, Mosche y Daniel, se encontraron en las estepas de Rusia.
«¿A dónde vas Daniel?», dijo uno al otro. «A Sebastopol», dijo el otro. Entonces, Mosche lo miró fijo y dictaminó: «Mientas Daniel. Me respondes que vas a Sebastopol para que yo piense que vas a Nijni-Negrónod, pero lo cierto es que vas realmente a Sebastopol. ¡Mientes, Daniel!»
                 .(Jorge Luis Borges, diario La Prensa de Buenos Aires, 1928)

En un café de Buenos Aires, Estela Canto, ex pareja de Borges, poseedora del manuscrito de El Aleph (cuento que, además, le está dedicado), le confiesa al escritor que piensa vender ese original. Borges no se opone. “Pero voy a esperar a que te mueras –agrega ella- para que valga más”. Herido, Borges responde con una frase ambigua: “Si yo fuera un caballero, en este momento iría al baño y se escucharía un tiro”.

Borges, que sentía tan profundamente sus desdichas amorosas, mostraba menos sensibilidad cuando los pesares eran de otro. En ese caso, se imponía su costado racionalista. El sobrino de Borges, Luis, después de una dolorosa ruptura con una chica decía: «Quiero verla por una última vez. ¡Sólo una última vez!». Y Borges, creyendo que estaba aportándole un consuelo, le explicaba: «Ya la viste una última vez».


                             El otro Borges
, Mario Paoletti.

lunes, 30 de enero de 2012

¿Por qué elige uno personas inadecuadas?

Siempre he tenido una debilidad por lo que llamo "personas kamikaze". Las llamo kamikaze porque estrellan su avión (de estructura personal), pero se estrellan contra vos, y morís con ellas.
Y en cuanto surge alguna posibilidad de arreglo, algo se enciende en mi mente. Algo dramático o estético me atrae, y voy tras esa persona. Hay cierto ambiente dramático, y eso hace que me enamore de la persona, o que me enamore de la situación de alguna manera. Claro que no me ha ido muy bien con eso, no ha sido ninguna maravilla...

¿Por qué elige uno personas inadecuadas? Yo tengo un par de teorías sobre ésto:
Una es que, en el fondo, uno sabe que no va a funcionar y así sufre. Y de esa forma expía algún tipo de remordimiento o culpa por algo que ignoro.
La otra es que, al igual que todos, nos criamos entre películas y novelas donde el amor imposible es romántico.


                                                              Woody Allen.

Quieren ser dueños del futuro sólo para poder cambiar el pasado.

"La borró de la fotografía de su vida no porque no la hubiese amado, sino, precisamente, porque la quiso. La borró junto con el amor que sintió por ella, la borró igual que el departamento de propaganda[...]La gente grita que quiere crear un futuro mejor, pero eso no es verdad, el futuro es un vacío indiferente que no le interesa a nadie, mientras que el pasado está lleno de vida y su rostro nos excita, nos irrita, nos ofende y por eso queremos destruirlo o retocarlo. Los hombres quieren ser dueños del futuro sólo para poder cambiar el pasado. Luchar por entrar al laboratorio en el que se retocan las fotografías y se reescriben las biografías y la historia"



El libro de la risa y el olvido, Milan Kundera.

domingo, 29 de enero de 2012

Tan cierto como una mentira.

"He venido – dijo el cuervo- para hacerte sufrir un poco más. Y lo haré de la manera más lícita que hay de causar dolor: contándote la verdad."


Trece tristes trances, Albert Sánchez Piñol.

viernes, 27 de enero de 2012

La huida no ha llevado a nadie a ningún sitio.

—No es tanto que ya no sepamos
—Sí, sobre todo eso, no encontrar
—Pero acaso lo hemos buscado desde el día en que
—Tal vez no, y sin embargo cada mañana que
—Puro engaño, llega el momento en que uno se mira como
—Quién sabe, yo todavía
—No basta con quererlo, si además no hay la prueba de
—Ves, de nada vale esa seguridad que
—Cierto, ahora cada uno exige una evidencia frente a
—Como si besarse fuera firmar un descargo, como si mirarse
—Debajo de la ropa ya no espera esa piel que
—No es lo peor, pienso a veces; hay lo otro, las palabras cuando
—O el silencio, que entonces valía como
—Sabíamos abrir la ventana apenas
—Y esa manera de dar vuelta la almohada buscando
—Como un lenguaje de perfumes húmedos que
—Gritabas y gritabas mientras yo
—Caíamos en una misma enceguecida avalancha hasta
—Yo esperaba escuchar eso que siempre
—Y jugar a dormirse entre nudos de sábanas y a veces
—Si habremos insultado entre caricias el despertador que
—Pero era dulce levantarse y competir por la
—Y el primero, empapado, dueño de la toalla seca
—El café y las tostadas, la lista de compras, y eso
—Todo sigue lo mismo, se diría que
—Exactamente igual, sólo que en vez
—Como querer contar un sueño que después de
—Pasar el lápiz sobre una silueta, repetir de memoria algo tan
—Sabiendo al mismo tiempo cómo
—Oh sí, pero esperando casi un encuentro con
—Un poco más de mermelada y de
—Gracias, no tengo. 




Diálogo de ruptura, Un tal Lucas, Julio Cortázar.

jueves, 26 de enero de 2012

Cada vez iré sintiendo menos y recordando más.

"A partir de cierta edad, nuestros recuerdos están tan entrecruzados unos con otros, que la cosa en que pensemos, el libro que leamos, apenas tiene importancia. Hemos puesto algo de nosotros en todas partes, todo resulta fecundo, todo es peligroso y se pueden hacer descubrimientos tan precisos en los Pensamientos de Pascal como en un anuncio de jabón."

Marcel Proust.

miércoles, 25 de enero de 2012

No avanza el tiempo para nosotros: gira.

"Tengo por fuerza que recordar cada detalle del desfile de mis trágicos instantes. No se ha borrado de este cerebro destinado al dolor o a la desesperanza, nada de lo acaecido en el transcurso de aquellos lamentables años. Me acuerdo de cada matiz ahogado de tu voz, de cada gesto y de cada nervioso movimiento de tus manos, de cada una de tus palabras amargas, de tus frases cargadas de ponzoña. Me acuerdo del muro o del bosque que nos circundaba; del punto de la esfera en que se encontraban las agujas del reloj, y del rumbo del viento, y de la forma y de la tonalidad de la luna".


                                                       La tragedia de mi vida, Oscar Wilde.

jueves, 5 de enero de 2012

Miente, miente que algo quedará.


“-Sólo el amor pasajero es eterno. Es amor que se va, pero no muere. La ausencia hace que los romances duren para siempre-"  Y, dicho esto, se iba.



Las crónicas del Ángel Gris, Alejandro Dolina. 

lunes, 2 de enero de 2012

Querido pequeño ser:

Quiero contarle algo extremadamente placentero e inesperado que me pasó: hace tres días me acosté con el pequeño Bost. Naturalmente fui yo quien lo propuso, el deseo era de ambos y durante el día manteníamos serias conversaciones mientras que las noches se hacían intolerablemente pesadas. Una noche lluviosa, en una granja de Tignes, estábamos tumbados de espaldas a diez centímetros uno del otro y nos estuvimos observando más de una hora, alargando con diversos pretextos el momento de ir a dormir. Al final me puse a reír tontamente mirándolo y él me dijo: "¿De que se ríe?". Y le contesté: "Me estaba preguntando qué cara pondría si le propusiera acostarse conmigo". Y replicó: "Yo estaba pensando que usted pensaba que tenía ganas de besarla y no me atrevía". Remoloneamos aún un cuarto de hora más antes de que se atreviera a besarme. Le sorprendió muchísimo que le dijera que siempre había sentido muchísima ternura por él y anoche acabó por confesarme que hacía tiempo que me amaba. Le he tomado mucho cariño. Estamos pasando unos días idílicos y unas noches apasionadas. Me parece una cosa preciosa e intensa, pero es leve y tiene un lugar muy determinado en mi vida: la feliz consecuencia de una relación que siempre me había sido grata. Hasta la vista querido pequeño ser; el sábado estaré en el andén y si no estoy en el andén estaré en la cantina. Tengo ganas de pasar unas interminables semanas a solas contigo.
                                                 
Simone de Beauvoir. a Jean Paul Sartre. 

No hay consuelo más hábil..


viernes, 30 de diciembre de 2011

Puse en plural sensaciones que fueron solamente mías.



"Una vez cumplidas todas las maniobras de la indignidad, me encargué de manipular las cenizas de aquella historia para que parecieran restos de un gran amor. Inventé un tiempo de plenitud que nunca existió. Me obligué a suponer que me amaba pero se resistía a admitirlo, en virtud de vaya a saber qué jarabes psicológicos. Puse en plural sensaciones que fueron solamente mías."

             Las crónicas del Ángel Gris, Alejandro dolina.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Me cediste la ciudad de tu más profunda piel.


...Más tarde comprendiste y no hubo pena, me cediste la ciudad de tu más profunda piel desde tanto horizonte diferente, después de fabulosas máquinas de sitio y parlamentos y batallas. En esta vaga vainilla de tabaco que hoy me mancha los dedos se despierta la noche en que tuviste tu primera, tu última pena. Cierro los ojos y aspiro en el pasado ese perfume de tu carne más secreta, quisiera no abrirlos a este ahora donde leo y fumo y todavía creo estar viviendo.

                        Tu más profunda piel, Julio Cortázar.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Una cosa es saber y otra es saber enseñar.

"No se puede enseñar un asunto que no se ama, y no se puede amar un tema si no se lo domina. Es imposible trasmitir un entusiasmo que no se tiene, en el mejor de los casos aburre, y en el peor hace temer o aun odiar el asunto"
  100 ideas para discutir en el café, Mario Bunge.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Salgo para renovar mi necesidad de estar solo.


"La soledad es lo que más me hace padecer aquí, aunque no es una sensación nueva para mí. Pero hay muchas clases de soledad. Existe la soledad de los lugares, la menos dañina de las soledades porque cuando se vive lejos de un lugar querido, nace la esperanza y el deseo de un futuro en el cual el espíritu humano puede felizmente confiar y trae consuelo. Existe también la soledad de una alta aspiración, la más bendita de las soledades, que involucra no sólo planes para sí mismo sino para la humanidad en general, y no necesita así cuidarse de las probables contrariedades que acarrea. Y por fin, está desgraciadamente la soledad que tiene una falta total de compensaciones, la soledad debida al fracaso del individuo para alcanzar un entendimiento común con el mundo. Ésta es la soledad más amarga de todas, la que corroe el corazón de mi existencia."

            Mi hermana y yo. Friedrich Nietzsche.

martes, 20 de diciembre de 2011

Leer bien significa arriesgarse mucho.

"Leer bien significa arriesgarse mucho. Es dejar vulnerable nuestra identidad, nuestra posesión de nosotros mismos. En las primeras etapas de la epilepsia se presenta un sueño característico; Dostoievski habla de él. De alguna forma nos sentimos liberados del propio cuerpo; al mirar hacia atrás, nos vemos y sentimos un terror súbito, enloquecedor; otra presencia está introduciéndose en nuestra persona y no hay camino de vuelta. Al sentir tal terror la mente ansía un brusco despertar. Así debería ser cuando tomamos en nuestras manos una gran obra de literatura o de filosofía, de imaginación o de doctrina. Puede llegar a poseernos tan completamente que, durante un tiempo, nos tengamos miedo, nos reconozcamos imperfectamente. Quien haya leído La metamorfosis de Kafka y pueda mirarse impávido al espejo será capaz, técnicamente, de leer la letra impresa, pero es un analfabeto en el único sentido que cuenta."

Humanidad y capacidad literaria, George Steiner

domingo, 18 de diciembre de 2011

Todo encuentro casual es una cita.


"Y tenía que encontrarla como se encuentran a las mujeres que han de arruinar nuestra vida: por casualidad, en la hora del aburrimiento, que es la hora de los grandes, estúpidos e irremediables peligros"

                                              Baudelaire. César González-Ruano.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Sólo debemos leer libros que nos muerdan y nos arañen.

“En general, creo que solo debemos leer libros que nos muerdan y nos arañen. Si el libro que estamos leyendo no nos obliga a despertarnos como un mazazo en el cráneo, ¿para qué molestarnos en leerlo? ¿Para que nos haga felices, como dices tú? Cielo santo, ¡seríamos igualmente felices si no tuviéramos ningún libro! Los libros que nos hacen felices podríamos escribirlos nosotros mismos si no nos quedara otro remedio. Lo que necesitamos son libros que nos golpeen como una desgracias dolorosa, como la muerte de alguien a quien queríamos más que a nosotros mismos, libros que nos hagan sentirnos desterrados a las junglas más remotas, lejos de toda presencia humana, algo semejante al suicidio. Un libro deber ser el hacha que quiebre el mar helado dentro de nosotros. Eso es lo que creo”.

                                        Franz Kafka.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Que seas inteligente no significa que no seas un estúpido.

"Antes yo era tan tonto que la consideraba inteligente porque sabía bastante de literatura y de teatro y, cuando alguien sabe de esas cosas cuesta mucho trabajo llegar a averiguar si es estúpido o no. En el caso de Sally me llevó años enteros darme cuenta de que lo era. Creo que lo hubiera sabido mucho antes si no hubiéramos pasado tanto tiempo besándonos y metiéndonos mano"


 El guardián entre el centeno, J.D. Salinger.

Díalogos entre Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato


Capítulo 1
Borges: ¿Cuándo nos conocimos? A ver... Yo he perdido la cuenta de los años. Pero creo que fue en casa de Bioy Casares, en la época de Uno y el Universo.
Sábato: No, Borges. Ese libro salió en 1945. Nos conocimos en lo de Bioy, pero unos años antes, creo que hacia 1940.
Borges: (Pensativo) Sí, aquellas reuniones... Podíamos estar toda la noche hablando sobre literatura o filosofía... Era un mundo diferente... Ahora me dicen, sé, que se habla mucho de política. En mi opinión les interesan los políticos. La política abstracta, no. A nosotros nos preocupaban otras cosas.
Sábato: Yo diría, más bien, que en aquellas reuniones hablábamos de lo que nos apasionaba en común a usted, a Bioy, a Silvina, a mí. Es decir, de la literatura, de la música. No porque no nos preocupara la política. A mí, al menos.
Borges: Quiero decir, Sábato, que no se hacía ninguna referencia a las noticias cotidianas, fugaces.
Sábato: Sí, eso es verdad. Tocábamos temas permanentes. La noticia cotidiana, en general, se la lleva el viento. Lo más nuevo que hay es el diario, y lo más viejo, al día siguiente.
Borges: Claro. Nadie piensa que deba recordarse lo que está escrito en un diario. Un diario, digo, se escribe para el olvido, deliberadamente para el olvido.
Sábato: Sería mejor publicar un periódico cada año, o cada siglo. O cuando sucede algo verdaderamente importante: "El señor Cristóbal Colon acaba de descubrir América". Título a ocho columnas.
Borges: (Sonriendo) Sí... creo que sí.
Sábato: ¿Cómo puede haber hechos transcendentes cada día?
Borges: Además, no se sabe de antemano cuáles son. La crucifixión de Cristo fue importante después, no cuando ocurrió. Por eso yo jamás he leído un diario, siguiendo el consejo de Emerson.
Sábato: ¿Quién?
Borges: Emerson, que recomendaba leer libros, no diarios.
Barone: Si me permiten... aquel tiempo en que se encontraban en lo de Bioy...
Borges: Caramba, usted se refiere a aquel tiempo como si fueran épocas muy lejanas. (Pareciera evocarlas). Sí, claro, cronológicamente son lejanas. Sin embargo siento, pienso en aquello como si fuera contemporáneo. Además, nos reuníamos pocas veces.
Sábato: El tiempo no existe, ¿no?
Borges: Quiero decir... Como yo sigo mentalmente en esa época... y además la ceguera me ayuda.
Se produce una larga pausa.
Borges: Recuerdo la polémica Boedo-Florida, por ejemplo, tan célebre hoy. Y sin embargo fue una broma tramada por Roberto Mariani y Ernesto Palacio.
Sábato: Bueno, Borges, pero aquel tiempo no fue el mío.
Lo dice con sarcasmo.
Borges: Sí, lo sé, pero recordaba esa broma de Florida y Boedo. A mí me situaron en Florida, aunque yo habría preferido estar en Boedo. Pero me dijeron que ya estaba hecha la distribución (Sábato se divierte) y yo, desde luego, no pude hacer nada, me resigné. Hubo otros, como Roberto Arlt o Nicolás Olivari, que pertenecieron a ambos grupos. Todos sabíamos que era una broma. Ahora hay profesores universitarios que estudian eso en serio. Si todo fue un invento para justificar la polémica. Ernesto Palacio argumentaba que en Francia había grupos literarios y entonces, para no ser menos, acá había que hacer lo mismo. Una broma que se convirtió en programa de la literatura argentina.

                             
"Diálogos: Borges/Sábato". Orlando Barone.

¿Felicidad o predestinación?.

"Queridísima amiga, auténtica y querida amiga. Por fin solo, para poder charlar con usted. Pensaba en usted, aunque éste no es el término que debo emplear; en realidad seguía en su compañía. Me he apresurado a meterme en la cama y desde la cama le escribo, con un codo sobre la almohada, la cara sobre la mano y un bulto de carillas. ¿Cómo podríamos llamar a esto que ocurre entre nosotros? ¿Felicidad o predestinación? Ocurre que estamos juntos y nos comunicamos nuestras experiencias con una jovialidad natural de criaturas que han vivido juntas años y años. Ningún embarazo frente a nada. Ningún temor de lo que el otro puede pensar de uno. Las cosas tienen sus nombres y por sus nombres las llamamos, y no se da caso semejante de que la coincidencia de las situaciones haya provocado la coincidencia de caracteres. No me canso de pensar en mi buena suerte. Soy realmente un hombre afortunado. Afortunado por haber encontrado a mi igual."
                                                                  Roberto Arlt.

martes, 13 de diciembre de 2011

Todas las cartas de amor son ridículas.

Todas las cartas de amor son ridículas.
No serían cartas de amor si no fuesen
ridículas.

También escribí en mi tiempo cartas de amor,
como las demás, ridículas.

Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser ridículas.

Pero, al fin y al cabo,
sólo las criaturas que nunca 
escribieron cartas de amor
son las ridículas

La verdad es que hoy mis recuerdos
de esas cartas de amor
sí que son
ridículos.

(Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son, naturalmente, ridículas)

                 
     Todas las cartas de amor son ridículas, Fernando Pessoa.


lunes, 12 de diciembre de 2011

Un hombre con muchas respuestas es peligroso.

"(...)Y era como si los dos hubiéramos estado viviendo en pasadizos o túneles paralelos, sin saber que íbamos uno al lado del otro, como almas semejantes en tiempos semejantes, para encontrarnos al fin de esos pasadizos, delante de una escena pintada por mí, como clave destinada a ella sola, como un secreto anuncio de que ya estaba yo allí y que los pasadizos se habían por fin unido y que la hora del encuentro había llegado.
¡La hora del encuentro había llegado! Pero ¿realmente los pasadizos se habían unido y nuestras almas se habían comunicado? ¡Qué estúpida ilusión mía había sido todo esto! No, los pasadizos seguían paralelos como antes, aunque ahora el muro que los separaba fuera un muro de vidrio y yo pudiera verla a María como una figura silenciosa e intocable.(...) Y en uno de esos trozos transparentes del muro de piedra yo había visto a esta muchacha y había creído ingenuamente que venía por otro túnel paralelo al mío, cuando en realidad pertenecía al ancho mundo, al mundo sin límites de los que no viven en túneles; y quizás se había acercado por curiosidad a una de mis extrañas ventanas y había entrevisto el espectáculo de mi insalvable soledad, o le había intrigado el lenguaje de mi mundo, la clave de mi cuadro. Y entonces, mientras yo avanzaba por mi pasadizo, ella vivía afuera, esa vida curiosa y absurda en que hay bailes y fiestas y alegría y frivolidad."

                                       El túnel, Ernesto Sábato.

domingo, 11 de diciembre de 2011

La gente del futuro.

¿Y dónde están ahora los geniales científicos?
Inventando la bomba de rayos pacíficos.
¿Y donde están ahora los filósofos críticos?
Tiñendo sus palabras de intereses políticos.
¿Y dónde están ahora los psicoanalistas?
Calmando la neurosis de los accionistas
¿Y donde están ahora los hippies pacifistas?
Peleando para mantener a sus familias.
¿Y donde estará ahora aquel cantor de protesta?
Cantando a los gritos su nueva propuesta

jueves, 8 de diciembre de 2011

La ficción enriquece su existencia, la completa.

Las ficciones se escriben y se leen para que los seres humanos tengan las vidas que no se resignan a no tener. Los hombres no viven sólo de verdades, también les hacen falta las mentiras: las que se inventan libremente, no las que les imponen; las que se presentan como lo que no son, no las contrabandeadas con el ropaje de la historia. La ficción enriquece su existencia, la completa, y, transitoriamente, los compensa de esa trágica condición que es la nuestra: la de desear y soñar siempre más de lo que podemos realmente alcanzar..." 

                           La verdad de las mentiras, Mario Vargas Llosa.

martes, 6 de diciembre de 2011

La dignidad en el sufrimiento, Alejandro Dolina.

"...Gracias a mujeres que me han dejado yo aprendí algunas destrezas: a caminar derecho, a escribir un poco, a hacer algunos acordes, si no no lo hubiera aprendido(...) Yo le cambio cualquier otro por el móvil amoroso, estoy hablando por mi ahora, no estoy generalizando ni filosofando: le cambio todo lo que tengo por media novia, no quiero decir que media novia porque no tengo ninguna, quiero decir que el goce y la intensidad del amor, y se lo estoy diciendo en serio, es superior a cualquier otra cosa, es superior a cualquier otra cosa que me pueda llegar a pasar, ¿qué quiere que me pase? me gustan algunas cosas que me pasan y que no son amorosas, pero se la cambio, por la intensidad inigualable de conocer a alguien, de explorarlo, de disfrutarlo, de internarse en los misterios de otra alma y de sentirse querido, de sentirse deseado. ¿Qué quiere, el premio Martín Fierro quiere usted? ¿Para qué lo quiere? No hay comparación ninguna..."

domingo, 4 de diciembre de 2011

Nadie es como es, sino como se lo recuerda,

"Lo vio pasar en un vagón de metro y supo que era el hombre de su vida. Imaginó hablar, cenar, ir al cine, yacer, vivir con él. Dejó de interesarle"
                           
                                 Toda una vida, Beatriz Pérez-Moreno.

Lee y conducirás, no leas y serás conducido.

"...Haz todas estas cosas, maldita sea, porque no hay nada peor que una chica que lee. Hazlo, te digo, porque una chica que lee posee un vocabulario capaz de describir el descontento de una vida insatisfecha. Una chica que lee hace alarde de un vocabulario que puede identificar lo espacioso y desalmado de la retórica de quien no puede amarla, y la inarticulación causada por el desespero del que la ama en demasía. Un vocabulario, maldita sea, que hace de mi sofística vacía un truco barato. Sabe y exige, como corresponde, que el flujo de la vida venga con una corriente de decepción. Una chica que ha leído sobre las reglas de la sintaxis conoce la pausas irregulares (la vacilación en la respiración) que acompañan a la mentira. Sabe cuál es la diferencia entre un episodio de rabia aislado y los hábitos a los que se aferra alguien cuyo amargo cinismo continuará luego que de ella haya pronunciado un inseguro adiós. No salgas con una chica que lee porque ellas han aprendido a contar historias: tú, el que me ha hecho la vida tan difícil.
La chica que lee me hace querer ser todo lo que no soy. Pero soy débil y te fallaré porque tú haz soñado, como corresponde, con alguien mejor que yo y no aceptarás una historia que no sea digna de ser narrada. No te resignarás a vivir sin pasión, sin perfección. Por eso, largo de aquí, chica que lee, coge el siguiente tren que te lleve al sur y llévate a tu Hemingwey contigo. Te odio, de verdad te odio.
Es fácil salir con una chica que lee. Regálale libros en su cumpleaños, en navidad y en cada aniversario. Dale un regalo de palabras. Dale a Neruda, a Pound, a Cummings y hazle saber que entiendes que las palabras son amor. Comprende que ella es consciente de la diferencia entre realidad y ficción pero que de todas maneras va a buscar que su vida se asemeje a su libro favorito. No será culpa tuya si lo hace.
Miéntele, si entiende de sintaxis también comprenderá tu necesidad de mentirle. Detrás de las palabras hay otras cosas: motivación, valor, matiz, diálogo. No será el fin del mundo.
Fállale, la lectora sabe que el fracaso lleva al clímax y que todo tiene un final, pero también entiende que se puede volver a empezar una y otra vez y aun así seguir siendo el héroe.
Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si sólo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo.
Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee"

                   Sal con una chica que no lee, Charles Warnke.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

La esperanza de que me leas, de que no me haya muerto del todo en tu memoria.

"Más extraño aún: ese calor, esa complicidad, esa simpatía siguen actuando hoy en jóvenes, argentinos y europeos, que no lo conocieron. Casi todos los años, en contacto con ellos, no me asombra ver que respetan a Borges, a Onetti, a Rulfo, a Arguedas. Como grandes escritores, como maestros. Pero a Cortázar le toman cariño personal; lo sienten amigo, compañero(...) Pero también esa voz que viene de sus textos, que todavía hoy sigue viniendo de tantos de sus textos: una voz semejante, muy cercana, muy próxima y muy prójima, una voz empecinadamente juvenil que habla del juego y de la vida. Conozco cartas de enamorados jóvenes y no tan jóvenes que siguen citando líneas suyas para decir lo que aún no saben o no puede. Y éste es quizás su seguro mayor contra el olvido. Haber escrito las palabras que otros pronunciarán en medio del amor".


El amor pide calle, pide viento, no sabe morir en soledad. Detrás de este triste espectáculo de palabras tiembla indeciblemente la esperanza de que me leas, de que no me haya muerto del todo en tu memoria.

                      Julio Cortázar, la biografía, Mario Goloboff.

martes, 29 de noviembre de 2011

Discúlpeme, no le había reconocido: he cambiado mucho.

"...Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden,sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mi para ocultar el desorden de mi naturaleza. Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuán poco me importa el tiempo ajeno..

Memorias de mis putas tristes, Gabriel García Marquez.

¡Oh amantes, sed cautelosos durante los primeros días!

"...toda relación amorosa se basa en una serie de convenios que, sin escribirlos, los amantes establecen imprudentemente durante las primeras semanas de amor. Están todavía en sueños, pero al mismo tiempo redactan como abogados implacables las cláusulas detalladas del contrato. ¡Oh amantes, sed cautelosos durante los primeros días! ¡Si lleváis el desayuno a la cama os vereís obligados a hacerlo siempre, a menos que queraís ser acusados de desamor y traición!..."

              El libro de la risa y el olvido, Milan Kundera.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Si hoy en día me pregunto porqué amo la literatura.

"Si hoy en día me pregunto porqué amo la literatura, la respuesta que me viene a la cabeza de forma espontánea es: porque me ayuda a vivir. Ya no le pido tanto, como en la adolescencia, que me ahorre las heridas que podría sufrir en mis encuentros con personas reales; más que excluir las experiencias vividas, me hace descubrir mundos que se sitúan en continuidad con ellas y me permiten entenderlas mejor. Más densa y más elocuente que la vida cotidiana pero no radicalmente diferente, la literatura amplía nuestro universo, nos incita a imaginar otras maneras de concebirlo y de organizarlo."
                                         La literatura en peligro, Tzvetan Todorov

Que la cosa funcione.

- ¡Ahora veo todo claramente, Jessica, todo!. Me casé contigo por todas las razones incorrectas-

- ¿Qué quieres decir?-

- Eres brillante. Yo buscaba alguien con quien hablar. ¡Te encanta la música clásica, el arte, la literatura...te encanta el sexo, me amas!-

- Me parecen muy buenas razones...-

- Si, ese es el problema, era lógico, tenía sentido-

- No sé qué salió mal. Si lo analizamos tenemos tanto en común-

- En los papeles somos la pareja ideal, pero la vida no transcurre en papeles-

sábado, 26 de noviembre de 2011

Justo como dijiste que sería

Y es así,
justo como dijiste que sería.
La vida corre fácil para mi la mayor parte del tiempo.
Y es así,
la historia más corta:
sin amor, sin gloria,
ningún héroe en tu cielo,
No puedo quitar mi ojos de ti,
no puedo quitar mis ojos de ti,
no puedo quitar mis ojos de ti,
Y es así,
justo como dijiste que sería,
queremos olvidarnos de la brisa la mayor parte del tiempo.
No puedo quitar mi ojos de ti,
no puedo quitar mis ojos de ti,
no puedo quitar mis ojos de ti,
hasta que encuentre a alguien nuevo..

Carta de Cortázar a La Maga.

“Querida Edith: No sé si se acuerda todavía del largo, flaco, feo y aburrido compañero que usted aceptó para pasear muchas veces por París, para ir a escuchar Bach a la Sala del Conservatorio, para ver un eclipse de luna en el parvis de Notre Dame, para botar al Sena un barquito de papel, para prestarle un pulóver verde (que todavía guarda su perfume, aunque los sentidos no lo perciban).
Yo soy otra vez ése, el hombre que le dijo, al despedirse de usted delante del Flore, que volvería a París en dos anos. Voy a volver antes, estaré allí en noviembre. ( … ) Pienso en el gusto de volverla a encontrar, y al mismo tiempo tengo un poco de miedo de que usted esté ya muy cambiada, ( … ) de que no le divierta la posibilidad de verme. ( … ) Por eso le pido desde ahora y se lo pido por escrito porque me es más fácil ( … ) que si usted está ya en un orden satisfactorio de cosas, si no necesita este pedazo de pasado que soy yo, me lo diga sin rodeos. ( … ) Sería mucho peor disimular un aburrimiento. ( … ) Me gustaría que siga siendo brusca, complicada, irónica, entusiasta, y que un día yo pueda prestarle otro pulóver.”


                     Cartas desconocidas de Julio Cortázar, Mignon Dominguez. 

viernes, 25 de noviembre de 2011

La persona activa aprende sola.

Como filósofo y francotirador del pensamiento, Nietzsche pasó largos períodos de soledad y aislamiento. Junto con los beneficios interiores de estar con uno mismo, la ciencia médica ha descrito de esta forma las ventajas de un período de soledad para el organismo:

1. Descenso de la presión arterial.
2. Ralentización del pulso y del ritmo de las respiraciones.
3. Desactivación del estrés.
4. Fortalecimiento del sistema inmunitario.
5. Modulación positiva del estado de ánimo.
6. Estímulo de la actividad cerebral.
7. Mitigación de las tensiones musculares.

Nietzsche para estresados, Allan Percy.

viernes, 18 de noviembre de 2011

10 Libros inolvidables: Rayuela.

Las penas del joven Werther.


Y tú, pobre alma, que sufres el mismo tormento. ¡Ojalá saques consuelo de sus amarguras, y llegue este librito a ser tu amigo, si, por capricho de la suerte o por tu propia culpa, no encontrases otro más próximo!:

"¿Estará escrito en el destino del hombre que sólo puede ser feliz antes de tener razón o después de haberla perdido? ¡Pobre insensato! Envidio tu locura; envidio el laberinto mental en que te pierdes. Tú sales lleno de esperanza a recoger flores para tu reina, en medio del invierno, y te desesperas porque no las encuentras, y no comprendes la causa de que no las encuentres…Pero yo…, yo salgo sin esperanza, sin objeto, y vuelvo a entrar en mi casa como salgo. ¡Feliz criatura que sólo en un obstáculo material hallas tu desgracia, que no sabes que en el extravío de tu cerebro, en el desorden de tu espíritu estriba tu daño!."

Las penas del joven Werther, Johann Wolfgang Goethe. 

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Tiempo cíclico.

"Dejó de leer el relato en el punto donde un personaje dejaba de leer el relato en el lugar donde un personaje dejaba de leer y se encaminaba a la casa donde alguien que lo esperaba se había puesto a leer un relato para matar el tiempo y llegaba al lugar donde un personaje dejaba de leer y se encaminaba a la casa donde alguien que lo esperaba se había puesto a leer un relato para matar el tiempo".


"Secuencias", Papeles inesperados, Julio Cortázar.

martes, 15 de noviembre de 2011

Doppelgänger.

Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico. Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo XVIII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson; el otro comparte esas preferencias, pero de un modo vanidoso que las convierte en atributos de un actor. Sería exagerado afirmar que nuestra relación es hostil; yo vivo, yo me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica. Nada me cuesta confesar que ha logrado ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me pueden salvar, quizá porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del lenguaje o la tradición. Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podrá sobrevivir en el otro. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su perversa costumbre de falsear y magnificar. Spinoza entendió que todas las cosas quieren perseverar en su ser; la piedra eternamente quiere ser piedra y el tigre un tigre. Yo he de quedar en Borges, no en mí (si es que alguien soy), pero me reconozco menos en sus libros que en muchos otros o que en el laborioso rasgueo de una guitarra. Hace años yo traté de librarme de él y pase de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con el infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del olvido, o del otro.
No sé cuál de los dos escribe esta página.
 Borges y yo, Jorge Luis Borges. 

sábado, 12 de noviembre de 2011

Lo que llamamos absurdo es nuestra ignorancia.

"-Es fácil pasar de la duda a la ternura, es casi un movimiento fatal. Lo he advertido muchas veces. Pero el péndulo vuelve a oscilar, Jamaica John, y ahora vas a dudar mucho más que antes porque te sentís más cerca de mí. Haces mal en ilusionarte, yo estoy tan lejos de todo. Tan lejos que me da asco-.
-No, de mí no estas lejos-
-La física es ilusoria, querido mío, una cosa es que vos estés cerca de mí, y otra…Las cintas métricas se hacen pedazos cuando uno pretende medir cosas como estas. (…)-"
                    
                                                                                                                           

lunes, 7 de noviembre de 2011

¿A qué saben los libros?

"Una vez en un bar, un hombre me preguntó a qué sabían los libros. Se me ocurrió una respuesta inmediata, pero no quise hacer que se sintiera totalmente idiota, de modo que hice como que me lo pensaba y al cabo de un rato le contesté: 'Amigo mío, dado el abismo que separa todas tus experiencias de las mías, lo más cerca que te puedo situar de ese sabor tan único es decirte que los libros, así, por término medio, saben a lo mismo que huele el  café"                                                                                              
                                                                   Firmin, Save Savage.